El seu darrer llibre es titula “El fin del poder”, Debate, B-2013. És una ample reflexió, des de dins, de com està evolucionant en l’actualitat allò que és conegut com el poder, la capacitat de fer, de fer en els camps que siguin: la política principalment i les seves eines: els governs, els exèrcits, les relacions internacionals; però també les empreses, industrials, financeres, de serveis; els sindicats, les esglésies i les organitzacions no governamentals; els mitjans de comunicació, ...
“¿Y si el poder tradicional estuviera dispersándose, depositándose,
de nuevas manera y mediante nuevos mecanismos, en una variedad de actores
pequeños, antes marginales, mientras disminuye la ventaja de la que disfrutaban
los poderes tradicionales, establecidos, y más burocráticos? El ascenso de los micro
poderes obliga a hacerse estas preguntas por primera vez. Plantea la
perspectiva de que es posible que el poder se haya desvinculado del tamaño y de
la escala.”
“Insurgentes, nuevos partidos políticos con propuestas alternativas,
jóvenes empresas pequeñas e innovadoras, piratas informáticos, activistas sociales,
Nuevos medios de comunicación, masas de gente sin líderes u organización
aparente que de repente tomas plazas y avenidas para protestar contra el
gobierno o personajes carismáticos que parecen haber surgido de la nada y
logran entusiasmar a millones de seguidores, son solo algunos ejemplos de entre
los numerosos nuevos actores que están haciendo temblar el viejo orden. No todos
son respetables o dignos de encomio, pero todos contribuyen a la degradación
del poder de quienes hasta ahora lo habían ejercido de manera más o menos asegurada:
los grandes ejércitos, partidos políticos, sindicatos, conglomerados
empresariales, iglesias o canales de televisión.
Son los micro poderes: actores pequeños,
desconocidos o antes insignificantes, que han encontrado formas de socavar,
acorralar o desmontar a las mega potencias, estas grandes organizaciones burocráticas
que antes dominaban sus ámbitos de actuación.”
Front a la inexorable degradació del poder fa, però, un
crit d’atenció contra el que ell anomena els “terribles simplificadors”: som més vulnerables a les males
idees i als mals líders.
“Siempre ha sido necesario permanecer atentos a la aparición de
esos simplificadores para negarles la influencia que buscan. Y reforzar nuestra
capacidad –individual y colectiva, intelectual y política- de detectar su
presencia es una prioridad aún mayor en un mundo que vive cambios veloces y
desconcertantes. El primer paso es asumir esta degradación del poder y, una vez más, darle cabida a ello
en nuestras conversaciones. No solo en los pasillos de los palacios
presidenciales, las sedes empresariales y las juntas de las universidades, sino
sobre todo en nuestras
charlas con los colegas del trabajo, en las conversaciones informales con
amigos y en torno a la mesa en el hogar.”
Com a complement
Com a complement
9 de gener.
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